Adiós a Becerril

El 13 de junio, jueves, cerca de las doce de la mañana, la comunidad del noviciado que durante este curso había vivido en la casa de Becerril de Campos salió camino de Sotillo, cerrando una etapa importantísima de la comunidad. El período vivido en Becerril de Campos en la casa de los PP. Agustinos de la Provincia de Filipinas desde la primavera del año 2000. Ha sido duro el adiós. Adiós a tantas personas queridas que nos han acompañado estos años, no podemos no nombrar a Alberto y su familia, a los sacerdotes que nos han acompañados como párrocos: Froilán, Julio y, ahora, Carlos. Las señoras del pueblo y los niños de catequesis con sus familias, también las autoridades y miembros del ayuntamiento, familias cercanas que desde el inicio nos acogieron con gran cariño. Gracias a todos. Adiós a las torres, a las cigüeñas, al canal de Castilla, los campos de trigo, la carretera del Cristo y, tantos, tantos lugares entrañables que llevamos grabados en el corazón con emoción contenida e inmensa gratitud. Don Esteban, nuestro obispo, se acercó a despedir a la comunidad con una preciosa eucaristía la víspera de partir. Gracias. ¡Estamos unidos!