Durante este año, las hermanas han ido guiando una oración los martes por la tarde en varios pueblos del Valle del Tiétar cercanos a Sotillo, Casillas y Santa María del Tiétar. Lo que quiso ser un encuentro de jóvenes, un grupo que naciera joven en la parroquia, es, hoy por hoy, un grupo formado por parroquianos fieles y adultos que han recibido un aire fresco para seguir haciendo la labor de tantos años. Ellos son los que deberán ir contagiando a otros su entusiasmo.
Esta tarde, el encuentro "familiar" y orante ha sido en nuestra casa por muchos motivos: orar todos unidos como un solo pueblo, conocer la Comunidad, la casa... Un acercamiento más. La felicidad reencontrada en lo sencillo y cotidiano.
Gracias a todos desde aquí.
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